El sueño es un indicador de salud; una cantidad suficiente así como una calidad adecuada deben ser consideradas indispensables para un estilo de vida saludable del mismo modo que la realización de actividad física y una adecuada alimentación.
La calidad del sueño no se refiere únicamente al hecho de dormir bien durante la noche, sino que también incluye un buen funcionamiento diurno es decir un adecuado nivel de atención para realizar diferentes tareas celulares en el cuerpo.
Dormir es la actividad a la que más tiempo dedicamos a lo largo de nuestras vidas (aproximadamente el 35%), por lo que constituye una parte muy importante de nuestra vida, dependiendo de la calidad del sueño son muchos los aspectos de la salud permitiéndonos tener buena calidad de vida.
La mala calidad de sueño y sus trastornos pueden provocar diversas enfermedades y un incremento en el riesgo de accidentes tanto laborales como de tránsito, por lo tanto es una necesidad primordial alertar y aumentar la conciencia de las personas sobre la necesidad e importancia de tener una mejor calidad de sueño. Existe una estrecha interrelación entre los procesos de sueño y el estado general de salud física y psicológica de una persona. ¿Cómo puede cambiar o contribuir la alimentación en la calidad de sueño? Primero habría que valorar todos aquellos factores que contribuyen a una mala calidad de sueño y cambiar aquellos que sean modificables. En cuanto a la alimentación podemos hablar de: • Evitar comidas copiosas y sustanciosas es decir; procurar que los alimentos que ingieras por la noche, sean suficientes en cantidad y cuidar la calidad de alimentos evitando alimentos con alto contenido de grasas, irritantes, condimentos, cafeína, chocolate, menta • Modificar horarios de comidas, realizando la cena al menos 2 horas antes de ir a dormir. • Aumentar el consumo de alimentos ricos en serotonina y triptófano, malatonina, vitamina B6, magnesio, por ejemplo frutos secos. • Incrementar el consumo de infusiones como valeriana, tila, melisa y manzanilla. En cuanto a la nutrición funcional, existen algunos nutrimentos y compuestos bioactivos que nos ayudan a mejorar la calidad del sueño, que funcionan como reguladores o reparadores de aquellos factores ambientales que alteran la calidad del sueño.