La importancia de la obesidad infantil reside en el impacto que genera en el bienestar físico, psicológico, social y ambiental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la “obesidad infantil “como aquella condición de exceso de tejido adiposo capaz de afectar de manera adversa la salud del individuo. Su medición involucra el uso de curvas de crecimiento provenientes de encuestas o estudios multinacionales diversos que permiten identificar anormalidades específicas para edad y sexo, estos parámetros definen tanto los cambios en la velocidad de crecimiento lineal como las modificaciones en las proporciones de agua, grasa y músculo.
Durante los primeros años y antes de los 18 años de edad, la obesidad tiene consecuencias importantes para la salud física y mental. Las niñas y niños obesos tienen mayor probabilidad de padecer enfermedades como síndrome metabólico, diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón y problemas ortopédicos, entre otros, en el futuro. Asimismo, existe una fuerte asociación de este padecimiento a edades tempranas con problemas de autoestima y discriminación. La obesidad infantil se asocia también a una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematuras en la edad adulta. Los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta
Actualmente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, problema que está presente no sólo en la infancia y la adolescencia, sino también en población en edad preescolar.
La principal causa a la que se apunta son los malos hábitos en la alimentación, que acaban desembocando en una prevalencia del sobrepeso de un 70% en la edad adulta.
La realidad es que general los mexicanos tenemos muchos malos hábitos en comparación a otros países, desafortunadamente estamos fomentando malos hábitos a los más pequeños del hogar, nuestros hijos, por lo cual el tener sobrepeso u obesidad pareciera que es algo normal, haciendo énfasis a “esta gordito” porque se alimenta bien, “ esta llenito” porque se parece a su papa ya es de genética, “ esta gordito pero muy sanito”, en realidad todas estas frases son una idea errónea y no medimos la magnitud del daño que les ocasiona a los niños el cursar con un aumento de peso fuera de lo recomendado para su edad y estatura.
Hoy en día son muchos los factores que propician un sobrepeso u obesidad en los niños por ejemplo el uso de nuevas tecnologías como videojuegos, tablets, televisores, entre otros, propician a un sedentarismo a corta edad, hace muchos años la forma de diversión y distracción de los niños era a través de juegos que implicaban movimiento, salir de casa, correr, caminar, experimentar, actividades que se hacen con menor frecuencia ya que han ido cambiando hábitos y estilos de vida.
La mayoría de los factores son modificables, por lo cual se pueden prevenir muchas enfermedades en un futuro o padecimientos a corto plazo, contribuyamos a comenzar a mejorar hábitos de alimentación y actividad física, para cada niño las recomendaciones serán diferentes por lo que se menciona al principio del artículo, pero en general se debe aumentar el consumo de alimentos naturales y disminuir el consumo de alimentos industrializados o procesados, evitar a medida posible comidas con alto contenido de grasas, azúcares y aditivos, fomentar el alto consumo de frutas y verduras así como de granos y semillas, también es muy importante considerar una buena hidratación y realizar actividad con frecuencia.
Para un mejor asesoramiento es muy importante contar con la ayuda profesional de Pediatra, Nutriólogo y Psicólogo, que nos brindaran un mejor tratamiento según el caso lo requiera.