Niños que juegan, niños que aprenden divirtiéndose.
El juego libre es el medio por el cual los niños adquieren habilidades sociales, cognitivas, de comunicación, sensoriales, motrices, etc., permite el conocimiento del mundo, es una manera de entender y expresar lo que sucede a su alrededor.
Entre menos juguetes tengan los pequeños durante el esparcimiento, mayores posibilidades se darán para crear herramientas a utilizar dentro de sus interacciones.
Algunas ocasiones se suele confundir el juego libre con clases dirigidas, ya sea de dibujo, ballet, karate, fútbol, etc., aunque estas actividades sean del gusto del niño e incrementen su desarrollo, no es lo mismo, puesto que ya hay un plan por parte de una persona en donde puede ser limitado el ingenio.
No siempre es conveniente la intervención de los adultos en los juegos de los chicos; si se observa mientras ellos lo hacen, se podrá ver la inmensa creatividad e imaginación que tienen, motivo por el que la injerencia de los mayores puede ser limitante, debido a que las aportaciones hechas por los grandes influyen en la dirección o forma en que ellos ponen solución a las situaciones a las que se enfrentan, con esto no pretendo decir que no juegues con ellos, solo, que en ocasiones es necesario darles su espacio, libertad que propicie un aprendizaje autónomo.
Durante el juego se generan y ponen en práctica habilidades que benefician al aprendizaje como:
La creatividad
La autoestima
La autonomía
Ampliación del vocabulario
Eleva la atención
Estimula la curiosidad
Adquisición de valores
Fortalece la comunicación
Favorece la comprensión
Mejora la exposición de ideas
Obtención de habilidades sociales
Promueve la toma de decisiones
Permite el conocimiento del medio que le rodea
Contribuye al desarrollo físico, motor e intelectual
Por estas razones mamá y papá los invito a fomentar el juego, a estimular el conocimiento de tus hijos e hijas a través de este instrumento tan valioso.