El trastorno límite de la personalidad es una de las posibles consecuencias de haber vivido una infancia con constantes situaciones o momentos de estrés.
El trastorno límite de la personalidad es un padecimiento muy doloroso ya que afecta los sentimientos sobre si mismo o sea la sensación de autonomía, la autoestima, en consecuencia las relacionas con los demás, que que en la forma en que yo me siento es como yo me relaciono con los demás, si yo me siento que valgo poco, voy a buscar la aceptación y mi forma de relacionarme lejos de ser segura y que me muestre como una persona de confianza, será la de alguien que busca ser aceptado, temeroso y que no es capaz de marcar límites y exigir el respeto que merece y por ultimo también se verá afectada la forma de reaccionar ante el estrés, ya que en vez de ser acertada, parecerá que siempre se escoge la forma de equivocarse en el último momento, perdiendo el control de las emociones o realizando algo inapropiada do o que resulto contraproducente contra nosotros mismos.
Entre los signos y síntomas pueden encontrarse los siguientes:
Miedo al abandono o la falta de aprobación por parte de padres, pareja, hijos e incluso amistades..
Relaciones intensas inestables, noviazgos en los que constantemente terminan y vuelve a reunirse, relaciones muy tensas con los padres o con los hijos, constantes discusiones con la pareja que terminan en distanciamientos y reencuentros para volver a entrar en conflicto.
Cambios rápidos de identidad e imagen propias, cambio de metas y valores, y verse a sí mismo como malo y como si no existieras experimentar la constante necesidad de aprobación o de pertenencia algo.
Períodos de paranoia (sentirse que hablan de uno como por ejemplo los chismes, o es perseguido o es vigilado).
Comportamiento impulsivo y riesgoso de actos de los que en un momento posterior nos damos cuenta que jamás debimos hacer, o expresar internamente ¿ En que estaba pensando yo cuando se me ocurrió hacerlo?
Amenazas o conductas suicidas o autolesiones
Grandes cambios de humor, que pueden incluir felicidad intensa, irritabilidad, vergüenza o ansiedad
Sentimientos de vacío o una pérdida de significado de la vida o del ¿Qué es lo que estoy haciendo aquí?
Enojo intenso, ser sarcástico o amargado o tener peleas físicas y en ocasiones no poder tolerarse ni a uno mismo.
En ocasiones suele presentarse también pensamientos o fantasías e muerte o suicidas ¿Qué pasaría si me muriera o y si algo me está haciendo daño?
Por esta razón es siempre importante poder rodear de un ambiente cálido y seguro a nuestros niños. En un ambiente donde ellos puedan crecer libres de preocupaciones graves, de situaciones de violencia; Así ellos se desarrollaran de forma óptima y serán felices y al crecer se convertirán en adultos sanos y responsables.
Y si notas signos o síntomas de los que mencionamos, en algún familiar o amigo, habla con esa persona para que consulte a un profesional de salud mental. Sin embargo, no puedes obligarlos a buscar ayuda. Si la relación te genera mucho estrés, puedes beneficiarte tú consultando a un terapeuta.
Recuerda que lo más importante eres tú y tus seres queridos y aprender a disfrutar la vida juntos es nuestro mayor tesoro.