El antojo de azucares es el más común mencionado en la consulta nutricional, principalmente porque uno de los objetivos al acudir al nutriólogo es reducir su consumo, muchas veces los individuos ya intentaron en varias ocasiones el anular su consumo pero sin mejoría alguna y por lo regular está falta de modificación en el hábito es por la manera en la que se establecen las estrategias hacia la disminución.
Hablamos de cambios drásticos en los hábitos alimenticios que más allá de ayudar solo causa que existan molestias referentes a la restricción total de los azucares que puede convertirse en un obstáculo dentro de la reestructuración del hábito.
La etapa más importante en la formación de los hábitos nutricionales es la infancia por lo que el impacto de estos en la vida adulta puede ser significativa, si durante esta damos preferencia a los alimentos con sabor dulce muy posiblemente a lo largo de nuestra vida permanecerá, en la vida adulta aunque tendrá cierta dificultad podremos reducir el consumo teniendo las herramientas correctas ya que como sabemos esto puede llegar a causar problemas de salud si es algo excesivo y frecuente.
Recordemos que ningún alimento es malo por lo que siempre se debe ser consciente de la frecuencia y cantidad en la que se consume cada uno de los alimentos encontrados en nuestra dieta, ya que esto puede llegar a causar problemas de salud si es algo excesivo y frecuente por eso la recomendación de la reducción de su consumo a moderado.
Pero… ¿cómo reestructuramos este hábito sin abandonar el cambio? Antes que todo debe existir una planeación sobre la modificación a realizar, el buscar áreas de oportunidad ayuda a marcar estrategias con objetivos saludables y alcanzables lo cual facilita que sea progresivo y no agresivo, logrado que el individuo tenga una mejor adherencia al cambio. La ayuda de un profesional de la salud en este caso el nutriólogo puede hacer la diferencia en el logro de los objetivos ya se todo se realiza de manera estructurada aunque también se pueden implementar ciertos pasos de manera personal que pueden motivar al individuo a acudir con un profesional.
Por lo que si buscas reducir el consumo de azucares debes recordar esto:
- Ten siempre en casa o en el trabajo fruta fresca, semillas o postres saludables para los momentos de antojo por eso es importante tenerlos disponibles y listos para comer, principalmente para hacer elecciones correctas en esos momentos.
- Consume lo necesario de acuerdo a tus requerimientos calóricos para sentirte realmente saciado con alimentos lo más naturales posibles, esto normalmente se logra con el apoyo y orientación de un nutriólogo ya que se establece un plan de alimentación para contrarrestar las molestias como dolor de cabeza, mareos o nauseas de la disminución de azucares. Esto quiere decir que debemos compensar de manera correcta la energía que ya no proviene de los azúcares.
- Evita tener en casa alimentos ultra procesados, esto aumenta probabilidad de consumo al encontrarse a la vista lo que puede producir un antojo momentáneo y cumplir la presencia de hambre con un alimento no tan recomendado.
- Recuerda hidratarte de manera correcta con agua natural evitando confundir la presencia de sed con hambre y también descansar de manera correcta para evitar que el cansancio aumente el comer emocional.
- Usa una lista lo más específica posible para determinar los alimentos comprados durante la visita al súper, esta puede ser con base a un menú semanal que podrían planificar en casa o con ayuda del nutriólogo. Esto evita pasar por el pasillo de las galletas, dulces, refrescos u otras botanas que pueden ser compradas y esta probabilidad aumenta si acudimos al súper con hambre.
Recordemos que el cambio es bueno pero no todos tienen la misma experiencia en el proceso por lo que enfocarse en pequeñas metas a corto plazo y lograrlas ayuda a mantener constancia y disciplina ya que al existir varios pasos a seguir es importante iniciar poco a poco de manera consciente y ordenada para no perder la motivación hacia la reestructuración del hábito creando una rutina permanente hacia un estilo de vida saludable.
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