Es una nueva moda que ha surgido y ganado auge en los últimos años
principalmente por los beneficios que demuestra su utilización, claro, si este se
realiza de manera correcta junto con una modificación de hábitos alimenticios y
ejercicio físico planificado.
El ayuno intermitente es un protocolo o modelo de alimentación, en donde existen
periodos de alimentación establecidos y de ayuno por un tiempo definido, se
centra principalmente en que momentos comer y cuáles no.
Esto más que ser considerado una “dieta” es establecer una rutina para el ingreso
de los alimentos en horarios específicos y mantener el periodo de ayuno para
poder obtener los beneficios de este protocolo. Aunque no es considerado una
“dieta” es importante saber que parte de la funcionalidad de este modelo proviene
del establecimiento de un plan de alimentación para poder mantener un déficit
alimenticio (comer menos calorías de nuestro requerimiento diario) mediante una
dieta saludable y equilibrada y realizando ejercicio físico de manera regular.
Es importante desmentir en este punto que no necesariamente debemos consumir
un alimento cada 3 horas o hacer de 5 a 6 comidas al día ni que el desayuno es lo
más importante de nuestro día, el cuerpo necesita un ingreso controlado de
energía mediante la alimentación así sea con 1 o 2 comidas al día.
Normalmente la introducción a este modelo es paulatino por lo que debemos
iniciar con una restricción pequeña para evitar alguna de los posibles síntomas
que trae consigo la realización del ayuno como lo es la presencia de irritabilidad,
hambre, menor concentración o ansiedad. Podemos iniciar con 12 horas de
ingreso de alimentos y 12 horas de ayuno para poder observar si existe alguna
dificultad en cuanto al tiempo de ayuno. Otra de las estrategias es ingresar
alimentos solo por 8 horas y tener un ayuno de 16 horas. Así como estas existen
varias estrategias que seguir que se adecuen al estilo de vida de las personas que
llevan a cabo o que desean llevar el ayuno intermitente.
Los beneficios que podemos obtener mediante la realización de este protocolo es
la regularización de niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, mejora cifras de
presión arterial, regula las señales de hambre-saciedad, logra un mejor control de
peso, ayuda a disminuir entres y cansancio, ayuda a prevenir enfermedades
crónico degenerativas, entre otros.
Este es ideal para personas que llevan un estilo de vida muy ajetreado en donde
se complica la preparación de los alimentos ya que el tiempo que dedican es muy
pobre por diversas razones, pero de esta manera pueden llevar un mejor control
sin necesidad de tener que comer varias veces al día.
Como pueden observar en este modelo se basa en la planificación previa, por lo
que establecer una rutina de alimentación y ejercicio es muy importante para
poder obtener estos beneficios y que nos adaptemos a este nuevo estilo de vida.
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