Si se habla de conductas autodestructivas con regularidad llegan a la mente las conductas comúnmente conocidas como son: las autolesiones, adicciones, trastornos alimenticios, entre otros… pero en realidad ¿son solamente estas las que existen?
El malestar es algo natural en la constitución humana, Freud hablaba sobre dos componentes psíquicos que actúan en el individuo: EROS (pulsión de vida, que puede asociarse a la libertad, el amor, la construcción, responsabilidad) y THANATOS (pulsión de muerte, asociada a la destrucción, a los excesos, a la irresponsabilidad) este impulso dice Freud que está en todos por tan tanto hay cierta inclinación a regresar al estado inicial que es la muerte. de tal manera, un comportamiento autodestructivo tendrá mucho que ver con la agresión que no se puede expresar al otro, con la baja autoestima, problemas emocionales y el autoconcepto, debido a esto se desplaza hacia uno mismo la necesidad de herir, es ahí cuando surge la conducta autodestructiva lo que se busca conscientemente es causarse daño y esto puede ser una advertencia a la conducta suicida.
Dentro de estas conductas autodestructivas se pueden mencionar las que son socialmente no aceptadas, las socialmente aceptadas y las encubiertas.
Dentro de las socialmente no aceptadas se puede hacer mención a las autolesiones, los trastornos alimenticios y adicciones cuando estas se consideran un problema para la convivencia, sin tomar en cuenta que algunas de estas conductas surgen siendo aceptados socialmente y un claro ejemplo de esto sería el alcoholismo, tabaquismo, juegos de azar, entre otros, de la misma manera en este grupo de lo socialmente aceptado se puede hacer mención de los deportistas de alto rendimiento mismos que por alcanzar unos minutos menos dentro de una competencia, el físico “ideal” o la adquisición de un título mundial se someten a entrenamientos rigurosos y al consumo de esteroides entre otras sustancias que ponen en riesgo su salud, así también la persona que dedica tiempo excesivo al trabajo luchando constantemente por ser el mejor no logra percatarse que pone en riesgo su salud debido al estrés laboral que pueda surgir, obtiene como reconocimiento social la mención de ser un excelente trabajador, el estudiante que buscando el perfeccionismo se dedica exhaustivamente a obtener las mejores notas, o las figuras públicas como artistas, modelos o influencers que se someten a un régimen extremo de alimentación buscando lo que socialmente se les exige sin hacer consciente que en su búsqueda de aceptación y reconocimiento los está guiando a la autodestrucción.
La rumia mental es una conducta autodestructiva encubierta de la misma manera que tratarnos mal o permitir que otros nos traten mal, la autocompasión, dañar a otros, no visitar al médico cuando existe un malestar, entre muchas otras más.
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