Uno de los problemas cotidianos a los que se enfrentan los padres es que empezar a hablar de sexo con sus hijos. En ocasiones se vuelve tan complicado que evitamos a toda costa hablar de “estos temas tan bochornosos” con nuestros hijos; sin embargo, es importante, porque es la forma en que nosotros vamos a cuidarlos y acompañarlos aun cuando nosotros no estemos con ellos. Al hablar con ellos de temas tan íntimos como la sexualidad les estamos dando el mensaje de que pase lo que pase siempre les vamos a dar confianza y siempre pueden confiar en nosotros no es algo sencillo, principalmente porque arrastramos una educación en la cual muchas veces el sexo era tratado como algo vergonzoso, algo malo, algo mórbido. El hablar de sexo y la educación sexual la tomaban como tabú o como tema de chistes o como aquello que sólo las personas enfermas o degeneradas buscaban.
La primer parte para hablar el sexo con tu hijo es que tú empieces por nombrarle pene al pene y vagina a la vagina, vulva la vulva. Desde el momento en que tu pronuncias esas palabras con naturalidad, desde ese momento estás empezando a tener las herramientas propicias para poder hablar con tu hijo. Muchas veces parece que es mejor hablarle por un mote a las partes como pajarito quesitó cucharita mariposita etcétera etcétera etcétera.¿Me pregunto? ¿Porque decirle por sus nombres correctos? ¿Porque son palabras tan sucias? Son tan enfermas que no las deberíamos mencionar-
Antes de hablar con tu hijo, tienes que ser honesto pero honesto contigo mismo y tú mismo preguntarte ¿cuál es tu forma de ver el sexo? ¿realmente tú estás preparado? ¿realmente tú aceptas tu propia sexualidad? ¿qué es lo que te incomoda a ti de hablar de sexo? Una vez que tú ya puedes ser honesto contigo mismo entonces puedes ser honesto con tu hijo.
El arte de iniciar es una cuestión de aprovechar el momento. En el momento que se presentarte una duda, cuando tenga una tarea simplemente se acerque y te platique un secreto.
Aprende a escuchar lo que él te está diciendo y a contestar de forma directa y sin rodeos, evitando palabras rebuscadas, simplemente contestar de forma sencilla lo que él te pregunte y tener claro lo que él necesita, así le darás herramientas para cuidarse.
No se trata de programar un robot, más bien vas acompañado lo creando una relación cercana
Sí cuando hablamos de sexualidad con nuestros hijos estamos tensos el se sentirán incómodos, si nos mostramos avergonzados entenderán que son temas que tienen que evitar y será más incómodo si el ve que lo tomas como un sermón.
Trata el tema como importante hablemos sinceramente con ellos. Esta es una oportunidad para compartir tiempo con nuestros hijos mostrarles que realmente nos interesan.
Y recuerda si sientes necesitar ayuda pídela a un experto o junto con tu hijo pueden investigar, pueden recurrir a un atlas de cuerpo humano acorde a su edad, léelo y paso siguiente compártelo con tú hijo. Recuerda que no hay razón para que tengas que saber todo ni tener todas las respuestas, también se vale que él sepa que tú no lo sabes, pero sin embargo estás con él investigando, buscando y aprendiendo. Para cerrar una vez terminada la conversación cierran con un otro día seguimos, otro día que tengas más preguntas bienes e investigamos.
Ten en cuenta que debes fomentar que él estudie investigue y aprenda, pero sobre todo que él quiera compartir tiempo contigo y se sienta seguro de acercarse a ti. Así la relación entre tú y tu hijo se volverá más segura.
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