Sabemos hoy en día lo importante que es educar o enseñar a nuestros pequeños o adolescentes con disciplina, pues nos permite ayudar a que desarrollen el autocontrol, teniendo noción de los límites, así como que experimente las consecuencias de su comportamiento, ya sea de forma positiva o negativa. Esto no necesariamente implica castigo o conflicto entre padre e hijo, ya que todos los niños necesitan la seguridad que brinda conocer las reglas y los límites de comportamiento; sin ellas se sienten perdidos. La buena disciplina no es solamente acompañar a nuestros niños cuando deben asumir las consecuencias o lograr que las reglas se cumplan, sino implica también se sientan aceptados y que sientan nuestro amor, cariño y comprensión, que entiendan que es parte de su aprendizaje el proveerles de reglas claras y apropiadas-
Para hacer cumplir con las reglas y la disciplina que quiere desarrollar en sus niños, vamos primero a conocer la diferencia entre castigo y consecuencias, ya que aunque se escribe y se habla mucho sobre el tema, todavía hay muchas dudas que no nos permiten ver claro cuáles son las diferencias entre los castigos y las consecuencias.
CASTIGO:
El castigo es una pena que se impone a quien ha cometido una falta o tenido una conducta inadecuada, rompiendo con las normas, reglas o límites. Se decide unilateralmente por la autoridad (como los padres o maestros) en el momento que se da una conducta que quieren eliminar. Generalmente puede ser improvisado y estar vinculado al enojo, lo que podría impedir que se respete el objetivo principal, que es el aprendizaje y su bienestar, por contrario, puede ser injusto y desproporcionado.
El castigo puede generar una relación basada en miedo o resentimiento. Los castigos lastiman, por lo que disminuyen su autoestima y hacen más difícil que el niño aprenda el comportamiento que usted quiere que aprenda. Las diferentes formas en que se manifiestan son:
• Amenazas.
• Gritos
• Sobre-reacción
· Insultos
• Etiquetas
• Ausencia de privilegios.
• Golpes.
CONSECUENCIAS:
Una CONSECUENCIA es lo que sucede como resultado del comportamiento. Las consecuencias ayudan a su hijo a aprender a tomar responsabilidad por su comportamiento y a aprender a controlarse. La forma en cómo se les hace ver las posibles consecuencias tanto positiva como negativa
s de sus acciones, comportamientos o decisiones pueden ayudarle a generar el comportamiento adecuado. También es recomendable tomar en cuenta que puede ser una oportunidad para dejarle saber a su niño que usted lo apoya y lo ama aún cuando a usted no le guste su comportamiento.
En cuanto a las consecuencias, hablemos de dos tipos principales: las naturales y las lógicas. Empecemos por las consecuencias naturales. Las consecuencias naturales son aquellas que de manera natural se derivan de las conductas que realizamos, sin necesidad de que intervenga nadie: por ejemplo, si hace frío y no llevo chaqueta, voy a pasar frío. Para que la consecuencia natural tenga un efecto formativo, es importante que se genere una reflexión en torno a los actos y sus consecuencias. Cuando esta reflexión no se produce espontáneamente en el niño, es importante que el adulto formador genere instancias para promover esa reflexión.
Las consecuencias lógicas son aquellas acciones o respuestas que se implementan después de un comportamiento inapropiado y que sirven para desalentar la repetición de dicho comportamiento. Pueden ser consensuadas por el niño y usted (o el formador), dando varias alternativas de consecuencias positivas o negativas que pueden ser generadas dependiendo la conducta. Por ejemplo: Conversación con el niño sobre los efectos que tuvo su conducta: “Lastimaste a tu hermano, mira el dolor que le causaste. Ahora, tal como conversamos, tendrás que pedirle disculpas, reconociendo que no estuvo bien de tu parte resolver el problema que tenías con él con violencia, dado que él tampoco había sido violento…sólo muy molestoso. Además, durante el resto de la semana harás 1 cosa amable al día que le haga sentir bien”. Para ser realmente consecuencias lógicas y no castigos, deben cumplir una serie de criterios: para empezar, su objetivo debe ser mostrar la conducta adecuada, no hacer daño (como el castigo). Y, además, esas consecuencias deben estar relacionadas con la conducta que queremos corregir, deben ser respetuosas con el niño, deben ser razonables, y deben haber sido reveladas de antemano (no improvisadas). Es lo que se conoce como la regla de las cuatro erres: relacionada, respetuosa, razonable y revelada.
Ventajas de las consecuencias vs. el castigo
Si las consecuencias Naturales y Lógicas se aplican de la forma propuesta, presentan una serie de ventajas frente a los castigos (Halcartegaray, Bresciani, Castro y Grove, 1991).
a) Se comprende su sentido fácilmente puesto que guardan estrecha relación con la conducta o con la reparación del daño generado. El castigo en general se percibe arbitrario, y por lo tanto injusto y sin sentido.
b) Permiten reconocer el daño que la propia conducta tiene en los demás, incentivando la toma de perspectiva y el cuidado por el otro. El castigo, al no tener una conexión lógica con el posible daño generado, no ayuda al estudiante a visualizar esta relación.
c) Estimulan el desarrollo de la atribución interna de los eventos, ayudando al estudiante a desarrollar el autocontrol y responsabilizarse por sus actos y sus consecuencias. El castigo favorece el control externo, por lo cual es más difícil que el alumno/a se responsabilice por sus propios actos; solamente favorecen el aprendizaje de medios para evitar las sanciones.
d) Parten de la base que el otro es un ser igualitario, con capacidad de discernimiento, arrepentimiento y de reparación. Preservan la dignidad del estudiante. El castigo suele expresar la visión del otro como alguien inferior, que sólo debe someterse y acatar instrucciones.
e) Inducen a la reflexión y comprensión del motivo por el cual se aplican. El castigo no necesariamente conduce a alguna comprensión de la transgresión.
f) Se focalizan en la conducta específica, no descalifica a la persona, no daña su autoconcepto. Generalmente el castigo se acompaña de una descalificación del transgresor como persona.
g) No necesitan ser acompañadas de modos violentos o rabia (frecuentes en el uso del castigo).
h) Incentivan la necesidad de reparación del daño ocasionado al otro/a. El castigo en general no implica la reparación del daño ocasionado.
Detrás del castigo está la asunción de que se puede hacer algún tipo de daño para que se aprenda la lección. Las consecuencias, son más reflexivas y nunca deben implicar daño físico ni emocional para el niño. Pero, en todo caso, son tan solo unas de las muchas herramientas que pueden emplear los padres para educar a sus hijos. Tenemos que tener en cuenta que no podemos resolver todas las situaciones solo con consecuencias. Lo importante es generar una educación llena de valores, para formar personas sanas, exitosas y felices, que se sientan orgullosos de sí mismos y unidos a su familia.
PSIC EDNA MORTEO
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