¿Sabías que la discriminación por orientación sexual e identidad de género resta cantidad y calidad en los años de vida de la víctima?
Atención a la salud mental de las personas de la diversidad sexual disidente.
Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2019, más del 40 por ciento de los encuestados señalaron que no se sentirían a gusto viviendo con una persona trans y no les gustaría que sus hijos o hijas se casaran con una de ellas o con alguien Lgbtttiq+.
Las alarmantes cifras son un pequeño asomo a lo que muchas personas viven día a día, discriminación, marginación, invisibilización, odio; todo ante el discurso político y religioso de una sociedad que promueve un respeto condicionado, olvidando que la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece el libre ejercicio de la sexualidad de las personas en su expresión y práctica.
¿Qué es lo que vive a lo largo de su existencia una persona LGBTTTIQ+?
-Discriminación familiar: El cuestionamiento familiar constante respecto a su expresión y exploración de su identidad sexual, el señalamiento y crítica por no identificarse con la normativa, la exigencia de hablar e informar a las personas de su sexualidad, el rechazo e intromisión en su vida privada; entre otros muchos actos de injusticia en ocasiones disfrazados de compasión o buena voluntad.
-Rechazo escolar: Las instituciones educativas por ignorancia y falta de compromiso en el tema, son omisas ante las múltiples violencias que viven las infancias y adolescencias LGBTTTIQ+, lo cual culmina en deserción escolar, o pérdida de motivación a estudiar; en el caso de la educación superior el hostigamiento y acoso escolar continúa, no existen los recursos y áreas destinadas a la protección de los derechos y necesidades para este sector, aún siguen vigentes normas homofóbicas en universidades sobre todo religiosas, y en general persiste la omisión ante las discriminaciones y violencias que ejerce el profesorado, y personal administrativo.
-Discriminación laboral: Debido a la secrecía que guardan los procesos de reclutamiento en la mayor parte del sector privado, se ejerce discriminación adjudicándola a otros factores “legales” que en el fondo encubren discriminación hacia personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y demás identidades, lo cual orilla a muchas personas a tomar opciones que ponen en riesgo su salud o que vulnera sus derechos fundamentales, no podemos asegurar que se decide tomar ciertos trabajos , en el caso de las personas que se identifican con el abanico de la diversidad sexual disidente y que abiertamente lo expresan, toman las opciones que les ofrece un mercado laboral reducido por los prejuicios de sectores privilegiados.
-Pésima atención en el sector salud: Por ignorancia, o por dolo, el sector salud se ha enfocado a privilegiar su atención a los grupos que responden al orden moral de la sociedad, faltando a su obligación de brindar salud de calidad a todas las personas que lo requieran considerando sus necesidades particulares. El ejemplo más reciente es la abierta y cínica discriminación que el sector salud en México ha mostrado ante un padecimiento que afecta en mayor porcentaje a hombres homosexuales y mujeres trans, el #mpox o mejor conocida como viruela símica; así como al rezago en políticas públicas que se traduzcan en programas de atención especializados en las necesidades de la comunidad intersexual y trans del país.
Estos son sólo algunos ejemplos de las muchas discriminaciones que las personas que pertenecen a la diversidad sexual disidente viven todos los días, y que afecta gravemente la salud mental y física; el ejemplo de ellos es la esperanza de vida de las mujeres Trans en México, que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, estima es de 35 años, lo cual representa la mitad de la esperanza de vida en comparación con el promedio nacional para hombres y mujeres, que está calculado entre los 74 y 79 años.
Uno de los graves problemas que resultan de estas múltiples discriminaciones e injusticias es la internalización de las fobias en las mismas personas de la diversidad sexual, que es el rechazo a sí mismas, o la normalización de las violencias sobre sus cuerpos, es por ello que la atención psicoterapéutica a este sector de la población es prioritario para alcanzar la justicia social en un país como el nuestro.
Si eres una persona que pertenece al sector de la diversidad sexual disidente, considera la psicoterapia, o los grupos de apoyo psicológico como un elemento indispensable en tu autocuidado, ya que las violencias que has vivido a lo largo de tu vida han dejado una marca silenciosa en tu historia, en tu memoria corporal, y eso impacta en el disfrute y satisfacción de tu vida presente.
Las narrativas catastróficas que se han difundido en los medios de comunicación y redes sociales no deberían ser una condena para la comunidad LGBTTIQ+, es necesario construir nuevas narrativas en nuestras propias historias, erradicar la creencia de que así deben de ser las cosas, luchar en nuestros diferentes espacios para #SembrarElCambio en cada vida.
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