Hola, bienvenidos a un nuevo artículo de transpersonal playa, decidí escribir sobre el tema, porque en diferentes ocasiones, mis consultantes me han comentado que les ha sido muy difícil el dar el primer paso y atreverse a empezar un proceso de terapia psicológica, pero vayamos a explorar algunas de las principales dificultades y miedos que puede tener alguien al asistir a terapia. Si alguna vez has pensado en asistir a terapia, pero el miedo te detuvo, o si conoces a alguien que podría beneficiarse de ella pero duda en ir, este artículo te ayudará a explorar esas inquietudes y comprender que esos temores son más comunes de lo que imaginas.
Aunque cada vez es más cotidiano y normalizado hablar sobre nuestra salud mental o equilibrio psicológico, aún existen diferentes sectores de la población, en donde muchas personas todavía sienten temor o reticencia a asistir a terapia psicológica. Esto no significa que no reconozcan la importancia de la salud mental, sino que hay barreras emocionales, sociales y culturales que dificultan el dar ese primer paso hacia la consulta terapéutica.
El estigma de la salud mental
Existen diferentes estereotipos y prejuicios a los que una persona se enfrenta al decidir iniciar un tratamiento psicológico, algunos de ellos pueden ser: “el pensar que a la terapia solo se van personas que no pueden resolver sus problemas por si mismos”, “Si voy a terapia, todos van a pensar que estoy mal” o “La gente dirá que no puedo manejar mi vida”, estos son pensamientos comunes que alimentan la barrera de acudir a un tratamiento. Sin embargo, es importante aclarar que el asistir a terapia no significa que estés dañado, que valgas menos, que estés enfermo o que seas incapaz, la terapia esta creada en fortalecer tu bienestar mental, y poder resolver algunas dificultades de nuestro desarrollo, ya que muchas veces pasamos por situaciones y experiencias dolorosas que nos llevan a terapia, pero eso no implica que la persona tenga una discapacidad o este “loca”, incluso muchas terapias son de exploración e implican un mayor compromiso con nosotros mismos.
De esta manera es importante superar el obstáculo del estigma de salud mental, asociado a que el buscar ayuda psicológica es para personas que están mal, ya que esto genera miedo al juicio social, ya sea por familiares, amigos o compañeros de trabajo, y como aclaramos, la terapia esta creada para procurar un mayor cuidado y bienestar, no en centrarse meramente en los déficits de alguien.
Creencias culturales y familiares
Otra dificultad social a los que se enfrenta una persona y terapeuta, es que, en muchas culturas y familias, existe una creencia arraigada de que los problemas emocionales deben resolverse "en casa" o que hablar con un desconocido sobre tus problemas es un signo de debilidad. Esta idea puede estar reforzada por roles de género como “los hombres no lloran sus problemas, los resuelven” “Lidiar con tus problemas es parte de la vida” o “No necesitas terapia, necesitas fuerza de voluntad” se convierten en barreras invisibles que evitan que las personas busquen ayuda profesional. Estas creencias parte de que pueden ser peligrosas para la integridad de un consultante, perpetúan la idea de que pedir ayuda es incorrecto o innecesario, cuando en realidad, la terapia es una herramienta valiosa para aprender a gestionar mejor las dificultades de la vida. El hecho de buscar ayuda psicológica demuestra fortaleza, no debilidad.
Falta de confianza en los terapeutas
Tra dificultad que algunos consultantes tienen es que sienten desconfianza hacia la persona del terapeuta, de sus condiciones y características personales, tales como si es hombre, casado, con hijos, homosexual, heterosexual,etc. De esta manera los consultantes se preguntan si el terapeuta podrá entenderlos, de si serán juzgados, sexualizados o criticados, en terapia se trabaja con algo muy íntimo de la persona, que es nuestra manera de ver y comprender el mundo, por lo que este miedo a abrirse a un desconocido es un obstáculo común. En este aspecto es fundamental saber que un terapeuta es un profesionista que ha sido entrenado en determinado enfoque de terapia, esto quiere decir que debe estar capacitado para ser respetuoso, empático, así como el escuchar la historia del consultante y abrir espacias para la comprensión y el dialogo, lo que usualmente otorga herramientas para las dificultades del consultante, en este aspecto el tratamiento o terapia se adapta a las necesidades del consultante, y en dado caso de no lograrse la confianza entre terapeuta y usuario, siempre tiene el derecho de cambiarse y encontrar a alguien que se sienta cómodo.
¿Qué puedo saber al asistir una terapia?
-Investiga sobre el tipo de terapia al que asistes, cuál es la corriente, modelo y tipo de tratamiento de tu terapeuta.
-Evalúa el tipo de necesidad que tienes y tus dudas e inquietudes plantéaselas a tu terapeuta
-Conoce y pregunta a otras personas acerca de cómo se sienten en terapia.
-Secreto profesional: recuerda que todo lo que compartas con tu terapeuta permanecerá en privado. Esto te permite expresarte sin miedo al juicio.
Si quieres una cita con el psicólogo Angel Martínez puedes escribirnos haciendo click en este enlace:
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