¿Sabías que hay una gran diferencia entre ser controlador y querer tener el control? bueno ¿quieres saber cuál es? pues... quédate conmigo, continúa leyendo y aprende sobre esto quizás resuelvas algunas dudas sobre ti, acerca de si eres o no controlador o controladora.
La necesidad de control es la urgencia desmedida de una persona por controlar aquello que le rodea, por ejercer un poder sobre todo lo que ocurre y, actuar ante esas consecuencias. Suele estar acompañada de pensamientos y preocupaciones adelantadas a las cosas antes de que pasen.
Ser un controlador o una persona controladora es aquella persona que busca tener absoluto de las decisiones de otros o, de situaciones que tiene a su alrededor, sin importar sus necesidades u opiniones de las personas con las que se relaciona.
En ambos casos parece que la persona tiene la necesidad de tener el control pero, en el primer caso, la persona desea tener el control de las situaciones, del contexto, de su propio futuro, etc. Mientras que, en el segundo caso, es decir, una persona que es controladora existe la necesidad de tener total poder sobre su pareja o sus relaciones interpersonales lo cual limita la sana interacción de los otros para con la persona que desea tener el control total de la relación.
Imagina que la vida fuera en realidad un control de videojuegos, si has jugado videojuegos entenderás muchísimo mejor este ejemplo que voy a poner; de ese control depende el bienestar de la persona, es decir, si algo no sale bien, es por qué el control que yo tengo de mi vida no funciona bien y requiero tener ese control en mis manos, de mi depende que las cosas resulten. Tendré el beneficio del control, pero si algo sale mal sentiré culpa.
En el ejemplo anterior, mi bienestar está depositado en el control que tengo de la vida, de las situaciones, de “mi realidad” ¿Qué posibilidad tengo de estar bien sí del control de las situaciones depende que yo esté bien? ¿Cuándo estaré bien?
Ahora, si hablamos de relaciones de pareja, para que yo esté bien, necesito tener el control de la relación de pareja o incluso de la persona con la que comparto mi vida. Así, si algo no sale bien, es por qué yo no hice algo bien para que las cosas no salieran bien, entonces me compro la idea de que estaba en mis manos que la situación resultará, por qué “se supone” que yo tengo el control de la situación, así que, si las cosas no salen bien, es mi culpa.
¿Qué posibilidad tenemos de estar bien cuando siento que la vida depende de qué tanto control tengo o no de ella? ¿Qué posibilidad tengo de vivir relaciones sanas si de mi depende que mi relación; de pareja, amigos, familia, sea lo mejor?
“¿Cómo pierdes el control cuando quieres tener el control?”
Juan Antonio Aguilar
Cuando te das el permiso de disfrutar plenamente de lo que tienes, de dejar que la vida, más bien te sorprenda. Disfruta de lo que tienes, por qué es lo único certero, el día de hoy. Si te concentras en lo que te falta, en lo que aún no puedes tener en tus manos, entonces, quizás estás más al pendiente de lo externo, de lo que no está en tus manos y mientras tanto, lo que si es certero, lo que aún tienes para ti, se puede terminar y cuando quieras disfrutar de ello, se fue, se acabó.
La invitación el día de hoy que, has leído esto, es a qué te des el permiso de soltar, deja que la vida te muestre el camino, puedes planear cosas, claro que sí, lo que no puedes es vivir con la idea de que la vida es segura. Si esto es difícil, si te consideras sin herramientas para enfrentar esto, acude con nosotros a transpersonal playa, aquí podremos ayudarte.
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