La fibra se puede definir como una mezcla de componentes de origen vegetal que resisten al proceso de digestión/absorción del ser humano. La fibra puede lograr permanecer casi intacta y proceder a expulsarse por medio de las heces fecales y básicamente se encuentra en diferentes alimentos que pueden ser consumidos frecuentemente por la población.
Existen dos tipos de fibra alimentaria las cuales son las siguientes:
Soluble: Esta fibra es conocida por la formación de soluciones viscosas (gel) cuando se encuentra en contacto con el agua, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y da mayor saciedad a quien la consume. Presente en alimentos como papaya, avena, linaza, nueces y semillas.
Insolubles: Esta fibra logra retener presencia de agua formando una mezcla menos viscosa, dando consistencia a las heces y acelerando/promoviendo la evacuación, aporta saciedad, se utiliza para el tratamiento de estreñimiento crónico y previene el cáncer de colón. Presente en verduras, frutas, cereales integrales y leguminosas.
Lo anterior es un ejemplo de los beneficios que puede brindar el consumo correcto de fibra, pero también ayuda a mantener la microbiota intestinal, reduce niveles de colesterol y glucosa en sangre, niveles de presión arterial y la inflamación abdominal. Este tiene que ir acompañado con una buena ingesta de agua natural.
Lograr la ingesta diaria recomendada de fibra es de vital importancia, aunque ingerir en cantidades excesivas también puede lograr perjudicar al individuo ya que puede producir cantidades excesivas de gas, inflamación/dolor abdominal y estreñimiento, por lo que se hace hincapié a mantener estabilidad y equilibrio de los diferentes grupos de alimentos para brindar los nutrientes correctos al cuerpo diariamente.
Si quieres una cita con la nutrióloga Wendy Tuyub puedes escribirnos haciendo click en este enlace:
Recuerda que trabajamos con consultas presenciales en Playa del Carmen México y en línea a cualquier país de habla hispana.
984-804-5907
Comments