En el siguiente texto explicaré la importancia que tienen los conceptos de Igualdad y reciprocidad dentro de una relación amorosa, ya que considero que son los elementos básicos para que esta funcione de manera positiva.
Comencemos que aunque haya diferentes factores que influyen en el desarrollo de una relación de pareja, un punto de referencia fundamental para la estabilidad de ésta es que se obtenga, o se perciba que se obtiene, más en el seno de la relación de pareja que fuera de ella.
Los conceptos de igualdad y reciprocidad, junto con los intercambios positivos, parecen pues los pilares fundamentales sobre los que se asienta una relación de pareja. Es verdad que estos aspectos de igualdad y reciprocidad pueden reflejarse de formas muy diversas. También que tan importante como el intercambio real es la percepción que acerca de este intercambio tengan ambos miembros. Una percepción satisfactoria de este intercambio, en especial de los aspectos positivos, facilitará el mantenimiento de la pareja. Si éste no se da, una de las partes puede tener la percepción de desequilibrio y albergar sentimientos de insatisfacción, de modo que puede empezar a contemplar otras posibilidades fuera de la pareja que se presenten como más atractivas.
La pareja demandante de ayuda terapéutica usualmente se halla en un punto de desequilibrio en lo referente a intercambios satisfactorios entre las diferentes partes, o al menos a la percepción de éstos. Por ello es importante explorar tanto los intercambios reales entre ambos miembros como la percepción de éstos y las expectativas y creencias que tienen acerca de la pareja. En el caso de estar distorsionando la realidad, se debe ayudar a reajustar la percepción de ésta y proceder a incluir las modificaciones oportunas para el sostenimiento de dicha relación. Uno de los aspectos a destacar cara a la calidad, incluso al propio mantenimiento de la relación de pareja, son las habilidades de comunicación y negociación. Las primeras serán fundamentales a la hora de construir una realidad común, y también a la de revertir el modelo de deterioro de la pareja. Con frecuencia, a través de sutiles cambios en el lenguaje usado, tales como pedir las cosas de otra manera, referirse a la pareja con un tono más amable o hacer referencia a los afectos, se empieza a facilitar la comunicación y la confianza, haciendo también más viable el desarrollo de intercambios positivos y logrando de este modo que cada parte comience a valorar de una forma positiva a la otra.
Una vez desarrollada una adecuada comunicación, las habilidades de negociación serán cruciales para que se tenga una sensación de equidad dentro de la pareja, lo que implicará que ambas partes aprendan a tolerar y a ceder ante el otro en determinadas ocasiones. El desarrollo de las habilidades de comunicación y negociación facilitará en gran medida una mayor intimidad en la relación, ya que los miembros de la pareja podrán entenderse mejor y sentirse más próximos y con mayor confianza.
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