Las actuales condiciones de la pandemia no sólo han perjudicado a la
salud mental de los adultos, otras personas que también han sufrido
debido a la ansiedad provocada por las medidas preventivas, han sido los
niños, quienes en muchas ocasiones no se les ha tomado en cuenta
como personas que se ven afectadas principalmente en su salud mental.
Los padres pueden darse cuenta que se encuentran con más inquietud
que de costumbre o no suelen estar tan activos como solían hacerlo.
Parte debido a que han perdido la mayor parte de las actividades al aire
libre. Han perdido también todos los eventos en los cuales podían
socializar como la escuela o las salidas a parques o a centros
comerciales así como a la playa o algún otro centro recreativo.
Pero … y ¿Qué es la ansiedad? La ansiedad es aquella preocupación que
pudiendo o no sé real, llena al niño de constantes ideas, de las cuales no
puede desprenderse fácilmente. En ocasiones estas ideas no son
conscientes ni la idea del peligro real o ficticio que subyace a estas ideas.
En cambio si son notables las actitudes y comportamientos que les
acompañan y con los cuales es difícil estar lidiando todo el tiempo. Los
miedos así como las movimientos repetitivos o las conductas
inadecuadas como morderse uñas, arrancarse cabellos, constantes
berrinches o un humor irritable.
Es muy probable que el niño tenga dificultades para dormir que se esté
moviéndose constantemente, se sienta distraído, agotado o se encuentre
todo el tiempo muy rígido como si estuviera esperando a recibir algún
castigo. También es probable que el niño se encuentre constantemente
fantaseando o ensimismado en algún tipo de juego que lo desconecta
del ambiente como podrían ser los juegos de celular o alguna consola.
Es común que estos problemas interfieran a la hora de realizar las tareas
poner atención en las clases, seguir las indicaciones en la casa, ayudar
en los quehaceres del hogar, con algún pequeño favor o simplemente a la
hora de querer descansar y que no sea posible debido a el estado irritable
del niño.
Antes de empezar a atender la ansiedad Tenemos que tener claro que la ansiedad es normal a
todas las personas y que todos la tenemos en un grado diferente, sin embargo en los niños que la
tienen en forma desmedida, está se llega a convertir en un problema en vez de cumplir su función que es la de ponernos en acción; paradójicamente nos hace que nos mantengamos inmovilizados y no realizamos varias tareas cotidianas.
Lo primero que se tiene que buscar es que el niño vuelva a tomar el
control de su cuerpo y poco a poco vaya aprendiendo a tolerar una mayor
carga de ansiedad y aprender a descargarla así como mantener un
equilibrio que le permita seguir con sus labores, sin que ésta intervenga
de forma significativa.
Otro punto muy importante es el enseñarle al niño a no tenerle miedo a la
ansiedad sino más bien a buscar que el mismo encuentre el mensaje de
que le quiere decir la ansiedad y de esta manera el vea a la ansiedad
como algo natural pero que en alguna proporción debe que controlarse.
Al mismo tiempo también los papás deben que comprender que estés
una tarea que le llevará tiempo y esfuerzo al niño y que muchas veces el
peor error de los padres es querer enfrentar directamente al niño con la
situación que le produce ansiedad, haciendo que esto aumente y agudiza
el problema; de ahí la importancia de acudir a asesoramiento profesional
y que un profesional de la Salud Mental logré acompañar el proceso en el
cual los padres pueden ayudar bastante y tomar un papel significativo en
el avance, pero siempre y cuando ellos aprendan a escuchar las
necesidades de su hijo y acompañarlas en vez de presionar para que el
niño supere sus problemas.
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