¿Has escuchado sobre la proyección?, “te proyectaste”. Y es que es una frase muy usual, sin embargo la proyección pocos reconocen de dónde y para qué surge. Hablar de proyección en la terapia Gestalt es referirnos a aquel mecanismo que nos lleva a evitar tomar conciencia y que lleva a nuestros pensamientos, emociones, actitudes y/o conductas hacia afuera, es decir, hacia las demás personas. Se considera una distorsión en el contacto. No se puede asumir la responsabilidad propia. La proyección puede ser consciente o inconsciente. Un mecanismo que pone a la persona a la defensiva y se torna reactivo frente al ambiente. Su proceso de “darse cuenta” es limitado. Y es que lo que hacemos aquí es sentir que tenemos la facultad de depositar constantemente en los otros aquello que no podemos reconocer en nosotros mismos.
Para trabajar la proyección necesitamos trabajar con la responsabilidad, y reconocer cómo interpretamos nuestros miedos o temores para integrarlos. Que en otras palabras, nos lleva a reconocer nuestros pensamientos, emociones o conductas sin miedo a mostrarnos como somos. Es importante hacer conciencia sobre lo que es nuestro, y responsabilizarnos es la clave.
Una vez identificada la proyección como concepto, vamos a identificarla en nuestra vida diaria. Y es que esta puede ser confusa, porque no se presenta en todos los contextos, si embargo, hay que reconocer en cuáles sí.
Empecemos por preguntarnos si aquello que nos molesta de los demás en realidad lo rechazamos totalmente, o en ocasiones, proyectamos en los demás la molestia de ser incapaces de validar o realizar algo. Y es que en algunas ocasiones, las cosas que nos desagradan de los demás pueden ser un reflejo de lo que no somos capaces de lograr con nosotros mismos.
Para empezar a resolver el tema de la proyección es necesario que pongamos atención en los siguientes puntos:
• Es importante tener claro en qué consiste la proyección
• Poner atención a lo que decimos
• Hacer introspección o reflexión
• Pregúntate: ¿para qué?. Para qué emitir una opinión, y de tal manera
• Responsabilizarte
• Busca ayuda.
“Tú eres responsable de tus acciones, de tus decisiones y de tu vida.
Nadie más lo es”
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