“Todo es mental”, “todo depende de tu fuerza de voluntad”, “sentirse mal es una elección”
Todas y todos en algún momento hemos escuchado o conocemos a alguien que ocupa estas frases motivacionales para sostener la idea de que la psicoterapia es innecesaria, o que tomar terapia es cosa de “mentes débiles”.
Platicar con personas con este pensamiento es una experiencia impactante, tienden a simplificar y a minimizar el dolor ajeno, contrastándolo desde su experiencia personal, asumen que todas las vidas se reducen a su visión limitada de las cosas, y consideran que los problemas radican en la falta de información que ellos creen poseer y atesorar.
Y si bien, existe algo que se conoce como resiliencia, que hace referencia al proceso de adaptarse a las adversidades, esto no significa que sea algo deseable, ya que surge de circunstancias desfavorables para la persona; y es muy común romantizarla, es decir, agregarle expectativas idealizadas y deseables, descartando con ello las enormes injusticias que puede conllevar la búsqueda de la resiliencia; por dar algunos ejemplos: Somos resilientes cuando logramos salir de relaciones violentas, también somos resilientes cuando a pesar de las injusticias sociales o económicas , logramos adaptarnos; pero normalizar esta respuesta del organismo, o lo que es peor, idealizarla, es un acto de profunda injusticia; en lo particular creo firmemente que en una sociedad justa, nadie se vería obligado a ser resiliente.
Pero, ¿Cuáles son los costos del echaleganismo y la romantización de la resiliencia en las personas?; son muchos, pero entre los más destructivos se encuentran: El riesgo de acumular y reprimir emociones que tengan que aparecer posteriormente de manera explosiva afectando su entorno, el riesgo de que dichas emociones reprimidas busquen alivio por medio de un malestar físico (dolores de cabeza, inflamaciones en diferentes órganos, sobre todo del sistema respiratorio o digestivo); el riesgo de crisis de ansiedad producto del abandono y falta de atención al cuerpo al tratar de resolverlo todo por medio de nuestro intelecto.
Estos y otros daños son consecuencia directa del pensamiento mágico positivo, en donde creer que los problemas se resuelven pensando, es el origen de muchos problemas más. Si bien la psicoterapia no hace magia ante los problemas, si es un confiable acompañamiento para la mayoría de las problemáticas humanas, o al menos es el medio a través del cual puede referirse al consultante a los especialistas adecuados. La psicoterapia cuenta con diversos enfoques que permiten el abordaje de las diferentes situaciones humanas, apegado a una metodología científica; no es un tema de fe o de energías positivas; la psicoterapia tiene como finalidad la construcción de un espacio idóneo para el autoconocimiento, el cambio de conductas y el desarrollo o potencialización de habilidades psicológicas y emocionales.
No dudes en acercarte a un acompañamiento psicoterapéutico, ya que aunque las personas podemos ser funcionales en la vida sin psicoterapia, esto no significa que sea sano enfrentar el dolor o sufrimiento sin apoyo u acompañamiento. Existen muchas personas que han salido solas de sus problemas, pero esto no necesariamente significa que lo hayan logrado de la mano de su salud física y/o emocional.
Psicoterapeuta Gestalt Fredy Toriz
Especialista en Género.
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