El modelo estético corporal es un estereotipo del cuerpo idóneo que se construye por medio de pensamientos sociales, acerca del “cuerpo perfecto”, hace creer que esa es la manera en la que un individuo se debe ver para poder encajar, pero la realidad entorno a este modelo es que es un factor de riesgo que predispone a la población a una problemática con relación a su imagen corporal.
La visión es errónea, debido a que los medios de comunicación junto con la sociedad muestran una imagen incorrecta sobre la manera en la que las personas deberían verse físicamente esto toma relevancia debido a que para la mayoría de las personas es importante verse bien en su círculo social y buscan la manera de encontrar el cuerpo “perfecto” que tanto desean, aunque esto traiga graves consecuencias a su salud.
El grupo etario con mayor riesgo a manifestar una distorsión de la imagen corporal son los adolescentes quienes por lo regular están inconformes o insatisfechos con su aspecto físico y si esto prevalece por mucho tiempo conlleva a pensamientos negativos y repetitivos, que a su vez pueden derivar al desarrollo de conductas alimentarias de riesgo.
Durante la búsqueda del “cuerpo perfecto” se pueden observar cambios en los hábitos alimenticios especialmente en el cuidado del tipo de alimento que consumen, restricción calórica y el aumento en la realización de ejercicio físico con el fin de poder compensar todos los alimentos consumidos en el día, este patrón de alimentación es modificado por el individuo hasta lograr un desbalance total en cuanto a calorías y nutrimentos que brinda a su cuerpo, en donde su principal objetivo es lograr la delgadez.
Es relevante mencionar que realizar cambios en los hábitos alimenticios durante la adolescencia es primordial debido a que esto puede evitar la presencia de enfermedades crónicas durante la edad adulta.
La principal problemática, radica en que el modelo estético corporal puede causar insatisfacción de la imagen y al estar relacionada de manera directa con el impacto social en donde se promueve una figura delgada, llega un punto en donde se vuelve obsesivo y existe un aumento en las conductas alimentarias de riesgo como: ayunos prolongados, uso de laxantes, ejercicio excesivo y provocarse vómito.
Aunque pareciera que este problema de salud es exclusivo de la adolescencia, también existe riesgo en la población adulta. Al final, el modelo estético corporal termina siendo un factor de riesgo pero no es el único que puede conllevar a un Trastorno de la Conducta Alimentaria como la anorexia, la bulimia y/o trastorno por atracón, entre otros, es por eso que identificar comportamientos o conductas negativas en torno a la alimentación puede ser de gran ayuda para lograr una intervención oportuna para el individuo.
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