Cuando en una relación, cualquier relación, de pareja, amigos o algunas veces la familia, la tendencia es a pensar siempre en que la otra persona este contenta y se sienta cómoda con lo que hacemos para ella o el, nos dejamos a un lado, creyendo que lo que hacemos por él o ella es cariño y ¡Cuidado! puedes estar experimentando prostitución relacional. Pero ¿por que confundimos cariño con dejarnos a un lado a nosotros mismos?¿Dónde es que se aprende esta manera de relacionarnos?¿Qué podemos hacer para trabajar en mejorar nuestra manera de estar y ser en nuestras relaciones interpersonales?.
La prostitución relacional es la forma en que algunos de nosotros dejamos a un lado nuestra propia identidad, nuestras necesidades y de esta manera también nuestra integridad para que las personas (generalmente la pareja o amigos) se sientan a gusto y complacidos. Es un prostituto que ofrece dejarse a un lado para que las demás personas hagan con eso lo que deseen a cambio de un cariño, que siendo sinceros, jamás llega.
En terapia Gestalt, existe un termino llamado "confluencia" y se refiere al mecanismo de defensa en el que la persona confluente se pierde dentro de la relación de pareja, al no hacer contacto consigo mismo, así como con sus sentimientos y pensamientos; por lo que trata de evitar cualquier confrontación con el otro y "concordar", en apariencia, todo el tiempo con las opiniones y deseos de los demás, en lugar de aceptar su propia autonomía e individualidad.
Existe esta tendencia en algunas personas en generar relaciones de amistad, pareja e incluso con nuestra familia quien se supone nos ama para entonces anularnos para sentirnos aceptados o incluidos en el grupo y claro, esto cada vez confirma que el cariño hacia los otros existe pero, no existe reciprocidad, solo un amor basado en el sacrificio y la autoanulación. Esto a largo plazo, claro, termina por hartar a alguno de los miembros en la relación y el prostituto relacional termina sintiéndose una victima de la otra persona mientras que no notó que fue el quien puso todo el campo para dejar que el otro hiciera con el lo que deseara.
La propuesta es, generar relaciones sanas basadas en la reciprocidad y el mutuo acuerdo. La prostitucion relacional puede estar basada en las heridas pasadas del rechazo y el abandono. Recordemos que las heridas no siempre son en la infancia, algunas veces pueden tener su origen en la adolescencia, importante también que no siempre son los padres los que dejan esta huella, algunas veces pueden ser otras personas importantes como los hermanos, los amigos de la infancia o hasta relaciones de pareja en la adolescencia. El mismo miedo al abandono o a ser rechazado nos puede llegar a provocar pensar que, si somos nosotros mismos o incluso mostramos esas partes de nosotros que no desagradan a nosotros mismos los demás nos dejaran de querer y así mismo se irán, nos abandonarán o simplemente nos van a rechazar.
Lo importante es que la persona que se encuentra en este tipo de relaciones, que se vuelven enfermizas a largo plazo o incluso nos cuesta romper el ciclo neurótico que se formo al iniciar una relación de este tipo, logre romper con ello, algunas veces hasta alejándose de las personas que, a conveniencia, se encuentran en su vida. Sin embargo, esto no es suficiente si la persona no trabaja su forma de relacionarse, importante pensar ¿Desde donde me estoy relacionando? ¿Desde mis heridas? ¿Desde mi temor a ser rechazado o abandonado? si es así, entonces es importante reflexionar cuando inicio esa herida y trabajarla sanando la herida pero, no llenando vacíos con personas externas, si no, aprendiendo a ser nuestra propia compañía, aprendiendo a mejorar nuestro propio concepto de amor y además, exponiendo siempre nuestros limites para que la otra persona los conozca y entonces sea una relación basada en acuerdos y reciprocidad de cariño, sin importar el lenguaje del amor que cada uno de nosotros maneje. Recuerda, que tu identidad, sea como sea, es la manera en que te relacionas con el mundo y además te da la oportunidad de aportar quien ERES, SIENDO Y ESTANDO aquí y ahora. Si el otro no esta de acuerdo, entonces ahí no es importante dar amor, si no darte amor propio.
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