Cada vez que un niño nace, trae consigo una personalidad única e irrepetible y con esta personalidad un temperamento.
Pero.. ¿Qué es el temperamento?
El temperamento es el estilo personal de cada niño para mostrar su afecto
Su temperamento influirá en su desenvolvimiento a lo largo de toda su vida, y le dará un sello característico a su forma de actuar tanto para recordarlo cuando es nuestro bebe, hasta cuando es “el hijo de su mamá o de su papá” según sea a quien le toco la rabieta. Esto se debe a que el temperamento de nuestra o nuestro niño puede ir desde la depresión, donde se acompaña por un comportamiento cabizbajo y taciturno hasta estados emocionales extremadamente intensos
El niño es así no por algo especial ni por que sea así con una persona en especial.
El temperamento del niño deja marcada la relación entre él y su madre, su padre abuelos , con todos los que conviven con en pero en especial con los más cercanos. Y su temperamento lo diferencia también, como el enojón, el risueño, puede ser el atrevido o tímido, el explorador o calmado voluble y el que nunca da problemas (estable).
Con base en como un niño convive con su, mundo se dice que hay tres tipos de temperamento
El niño fácil suele ser alegre, amistoso, predecible y adaptable.
El niño introvertido se muestra sensible y moderado, sigue un orden predecible, pero es inseguro ante situaciones nuevas. Solo mediante el aprendizaje social va cambiado su y volviéndose seguro al relacionarse con personas desconocidas y al actuar o descubrir situaciones nuevas
. El niño difícil tiende a reír largo tiempo y en forma ruidosa o a hacer berrinches. La intensidad de sus emociones es fuerte, los problemas para que duerma o se levante son comunes y varían constantemente tiende a ser berrinchudo y siempre quiere estarse moviendo.
Muchos otros niños no entran en ninguno de estos temperamentos, muestran combinaciones entre estos.
La forma en que se desarrolló su temperamento será estable a través de los años; afortunadamente no así la forma de expresar sus emociones y necesidades, eso ira cambiando conforme el niño vaya madurando y en la convivencia y aprendizaje de sus adultos más significativos con quienes se relacionan en la cotidianidad.
Otro factor importante es el medio y cultura donde el niño crece ya que en diferentes culturas y contextos las características del niño serán valoradas de forma diferente, así como la forma que tienen de atenderlos pues mientras para algunos un niño travieso es normal y deseable a otros un niño debería ser afable y predecible para entrar en esta “normalidad” de ahí que comportamientos fomentaremos y cuales iremos rechazado directa o indirectamente.
El lograr adaptar nuestras expectativas al temperamento del niño y a su vez adaptarlo a nuestro contexto social puede ser una tarea compleja pero a largo plaza podremos ver los resultados de todo ese esfuerzo.
Incluso si es un niño con un temperamento marcadamente difícil podemos enseñarles a ser cooperativos y sociables siempre y cuando nosotros tengamos expectativas claras y realistas sobre su temperamento y busquemos prepararnos y pedir ayuda cuando empezamos a sentir que la frustración nos rebasa y nos enfoquemos en que desarrollen habilidades sociales que les lleven a ser más sensibles y pro sociales
Si quieres agendar una cita con el psicólogo
Carlos Pasos, maestro en psicoterapia infantil, haz click en este link
984-804-5907
Comments