Desde hace algún tiempo, se han vuelto (afortunadamente) mas populares los modelos bien tratantes en la crianza. A pesar de ello han causado malestar para varios padres (y sobre todo abuelos), que los ven como una forma de invalidar la crianza tradicional y muchas de sus prácticas (por cierto, no todas correctas y no todas punitivas).
Una de las grandes disputas entre estos dos extremos es el manejo adecuado de los berrinches.
¿Cómo educar a un niño y lidiar con los berrinches cotidianos?
El aparente problema parece radicar entre la necesidad de validar las emociones del pequeño (algo que es importante) y por el otro lado el enseñar a tener un comportamiento socialmente apropiado (algo igualmente es importantísimo).
Otra situación que provoca el berrinche es el desgaste de los cuidados, el hacerlo sentir expuesto y vulnerable ante la presión social (ósea el clásico “Señora que le hace a su hijo” aunque no le estén haciendo nada). Además, a medida que los berrinches continúan, parece que la autoridad del padre o el control del adulto sobre las decisiones disminuye.
Hay que tener en cuenta primero: ¿Qué es un berrinche?
Las rabietas o berrinches son un comportamiento normal en el desarrollo. Son más frecuentes e intensas en algunos niños que en otros y empeoran cuando están cansados, con hambre o con cualquier tipo de malestar. (DEFINICIÓN ROBADA DE LA PAGINA DE UNICEF URUGUAY EN S U ARTICULO DEL 11 DE JUNIO DEL 2020 2 “¿Cómo manejar las rabietas o berrinches?”)
A partir de lo anteriormente dicho, podemos decir que el berrinchen en un primer momento es una forma de comunicar malestar debido a que algunas de sus necesidades no han sido cubiertas, a que no ha logrado integrar sus emociones, así como diferenciarlas y principalmente ¡PORQUE NO TIENE OTRO MEDIO QUE PUEDA MANEJAR PARA COMUNICARLO! Cuando han aprendido que el berrinche es efectivo y que es una herramienta eficaz de coerción para lograr sus objetivos y también para ganar escaladas simétricas (luchas de poder que también tienden a tener un periodo normal dentro de su desarrollo) Será cada vez más complicado eliminarlos.
¿Será útil la validación de emociones para solucionarlos conflictos que producen el berrinche?
·Uno de los consejos que dan es estar presente… Claro que es necesario, que sepa que estas ahí, no sobre de él y con toda tu atención, pero si estas disponible para él (Y si e espera a que te desocupes le prestaras la atención que solicita)
·La Segunda es escuchar y reflexionar. Es importante que aprendas a escuchar y esto significa cero celulares, cero televisores pantallas 5 minutos nada más para nuestro mostrito sin juzgar y después aprender a preguntar, si no le preguntas es difícil que de forma espontanea reflexione ejemplo: ¿Y si no tengo dinero como lo vamos a comprar?,
- ¿Y si te caes? – no me voy a caer – Ok pero ya te dije que te puedes caer y pues te va a doler. -… - Me caí - ¿Qué te había dicho hace rato?-
·Normalizar emociones. Ojo es muy delicado cuando interpretamos normalizar emociones. Una cosa es normalizar emociones y otra muy distinta normalizar conductas inapropiadas. Tu te puedes sentir muy enojado y esta bien que “expreses tu enojo verbalmente” pero no que rompas cosas o que pegues eso no está permitido.
·Como adultos debemos aprender a aceptar las emociones de nuestros hijos sean o no agradables y entender que no existe un decreto que obligue a estar siempre feliz o actuar siempre de forma amorosa, ellos son libres de expresar libremente como se sienten mientras no violenten reglas o personas.
En general la validación es muy importe y valiosa para el san desarrollo de nuestros hijos, siempre y cuando la estemos interpretando cuidadosamente, si algo parece no funcionar bien, es importante buscar un profesional con quien reflexionar y nos de luz tal vez hay algún paso que hemos mal entendido.
Yo agregaría...
Aprender a diferenciar entre las necesidades y los deseos del niño. Las necesidades son todo aquello que necesita para desarrollarse plenamente. Hambre, sueño, cuidados, baño cruzar al niño de la mano para evitar algún accidente y deseos son todo aquello placentero pero que no es necesario o es prescindible, el postre, el play station, los legos etc.
No ceder al grado de terminar a su nivel, no discutas como si fuera un adulto por saber quien tiene la razón, siempre recuerda que eres adulto y no puedes tomarte personal nada pues es un infante de 2-4 años.
No infantilices, habla claro y con frases cortas y palabras correctas te podrá entender, puede entender si le explicas y si decide hacer berrinche, no lo conscientes como si fuera a lastimarse o tener un daño irreparable, sigue adelante y dile que se incorpore siempre en buen tono con paciencia, pero sin una sobreprotección.
Si sientes que necesitas ayuda, o te sientes confundida con todas las diversas indicaciones o consejos que te llegan, acércate a un especialista en crianza o profesional de salud mental de confianza. Una platica sobre tus dificultades en la crianza con alguien que no busque mostrar cual es el mejor modelo o en donde están los errores de los que te aconsejan o tuyos y en vez de eso de eso se centre el mayor bienestar para tu hijo y para ti siempre será lo mejor.
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